Data y AI
Cada día aumenta la tendencia de las organizaciones “data driven”, es decir, que guían sus decisiones en función del análisis de los datos alrededor de su mercado o actividad. Bajo este paradigma se abre un mundo cuyo reto es aflorar paradigmas lógicos y entendibles a partir de la inmensidad del mundo de los datos, los algoritmos y los triggers.
En Inkoova empezamos por el final y avanzamos hacia el principio, como forma de entender el porqué de las cosas. Si queremos una organización en que se tomen decisiones a partir del análisis e interpretación de los datos aplicados a los datos, debemos construir los algoritmos y los triggers que los aplican, con las herramientas correspondientes. Estos triggers se ponen a partir de sucesos o tendencias marcadas por conjuntos de datos o acciones que suceden. Por tanto, es muy importante sumergirse en el mundo de los datos. Conceptos como el data lake, la identificación de las fuentes de datos (de sistemas, de dispositivos, de redes sociales, etc.), la recopilación de los datos, el almacenamiento, la calidad, la custodia y seguridad, el acceso a los datos, los aspectos relacionados con GDPR y la ética, la anonimización de los datos, el suministro controlado, la trazabilidad del acceso a conjuntos de datos, la interpretación, la representación gráfica friendly, las tendencias,…
Detrás de estos conceptos hay procedimientos, actores, herramientas, seguridad, expertice,… Desde Inkoova tratamos esta hoja de ruta aplicando las mejores prácticas, desde el punto de vista ético (la seguridad y la confidencialidad por encima de todo), funcional (cómo podemos interpretar lo que nos dicen los datos, qué conclusiones podemos extraer), tecnológico (utilización de las herramientas más consistentes), operativo (cómo hemos de proceder de forma iterativa, sabiendo en cada momento qué está pasando, qué estamos haciendo) gestión del cambio (asumible por los actores de la Organización) y gobernable (el control, la gestión y el soporte de todos los elementos de la cadena).
El objetivo es ser más eficiente internamente, dar la mejor imagen de cara al exterior, y obtener la máxima satisfacción del destinatario final (el cliente, el ciudadano, el paciente, el turista, el inversor, el pasajero….). Haciendo más con menos, pero siempre bajo control.
¿Aún no has dado el paso? ¡Revisemos tu caso!